Cómo empezar (o volver a empezar) el ministerio de abogacía de su iglesia

Miembros del clero se reúnen en oración durante una vigilia en la Iglesia Metodista McKendree, en Nashville (TN) para recordar a la gente que perdió la vida a causa de actos de terrorismo Foto por Mike DuBose, UM News.
Miembros del clero se reúnen en oración durante una vigilia en la Iglesia Metodista McKendree, en Nashville (TN) para recordar a la gente que perdió la vida a causa de actos de terrorismo Foto por Mike DuBose, UM News.

La abogacía es parte del ADN de la Iglesia Metodista Unida. Desde el tiempo en que Juan Wesley luchó contra la esclavitud a las campañas por la justicia racial, el cuidado de la creación y el alivio de la pobreza, nuestra tradición nos llama a poner la fe en acción ‒ no sólo en el santuario, sino en la esfera pública.

Después de la pandemia, las transiciones pastorales o después de años de enfocarnos hacia adentro, muchas congregaciones encontraron que su labor de abogacía se estancó o detuvo. Las buenas nuevas son que usted puede empezar otra vez. Y puede hacerlo de una manera que es fiel, efectiva y en total cumplimiento de su condición de organización sin fines de lucro.

1. Conozca los límites y libertades que tiene como organización sin fines de lucro

Uno de los temores más grandes que las iglesias tienen acerca del trabajo de abogacía es perder su estatus 501(c)(3). Las reglas del IRS (Internal Revenue Service) son muy claras:

  • Usted no puede respaldar ni oponerse a candidatos para cargos electos*
  • Usted puede abordar asuntos de abogacía — incluyendo el hablar, enseñar y organizarse respecto a temas legislativos, en tanto esta actividad no se convierta en una parte “sustancial” de sus actividades.
  • Usted puede unirse a coaliciones, organizar foros y promover la participación ciudadana sin cruzar la línea hacia la política partidista

Ejemplo: Usted podría organizar una noche informativa respecto a la vivienda asequible e invitar a expertos para que hablen sobre el tema. Pero usted no puede decirle a los asistentes que voten a favor o en contra de un candidato específico.

La Junta General de Iglesia y Sociedad ofrece excelentes consejos de cómo participar con valentía y, a la vez, respetar las reglas del juego. Estos consejos se encuentran en  Creating Change Together Toolkit. La clave está en concentrarse en los temas, no en los candidatos o partidos específicos.

2. Fundamente su abogacía en la teología wesleyana

La defensa de los derechos de la gente no es un proyecto secundario para la iglesia. Es algo central en nuestro llamado a “difundir la santidad bíblica” en todo el país. La teología de John Wesley conecta la santidad personal con actos de misericordia que se enfocan a actuar en el mundo. Esto significa que el discipulado incluye abordar los sistemas que dañan al prójimo.

Cuando usted embarque la abogacía en lenguaje teológico, la congregación no lo verá como si usted se está “poniendo político”, sino como una forma de vivir el evangelio. Empiece con sermones, boletines y conversaciones acerca de la Biblia y la tradición wesleyana. Después conecte esas convicciones con los problemas que afectan a la comunidad.

3. Empiece local y relacionalmente

Los problemas nacionales pueden ser abrumadores. Con frecuencia, el punto de partida más eficaz es su propio vecindario:

  • ¿Cuáles son las preocupaciones más urgentes en su ciudad o condado?
  • ¿Qué ha sucedido recientemente en su comunidad que destaca la injusticia?
  • ¿Quiénes ya se están organizando en torno a dichos problemas?
  • ¿Qué vacío puede llenar su iglesia?

Contáctese con coaliciones locales, organizaciones sin fines de lucro y grupos de base. Pregúnteles cómo su Iglesia podría ayudar. A veces, esto implica hacerse presente en reuniones, ofrecer las instalaciones de su iglesia para reuniones o prestar sus canales de comunicación para amplificar los eventos.

4. Ofrezca lo que tiene

Quizá no tenga un gran presupuesto para abogacía, pero hay cosas que tiene:

  • Espacio: Ofrezca el salón de reuniones para organizar reuniones, entrenamiento o campañas para registrar votantes
  • Gente: Movilice a miembros de la Iglesia que Tengan dones de enseñanza, organización, cocina y hospitalidad
  • Visibilidad: Use su letrero público, boletín o medios sociales para compartir recursos educacionales y para invitar a la gente a que participe
  • Redes: Colabore con otras comunidades de fe para incrementar el alcance y el impacto

A menudo, con tan solo ofrecer su edificio y gente para ayudar a los esfuerzos en pro de la justicia fortalece confianza y relaciones que durarán por años.

5. Comuníquese en forma clara y consistente

Si la abogacía no ha sido por un tiempo parte de la cultura de su iglesia, quizá algunos de los miembros estén inseguros y duden. La comunicación clara es de ayuda:

  • Sea transparente en cuanto al problema que se aborda y por qué esta acción se alinea con la enseñanza metodista unida.
  • Explique los límites de lo que la iglesia hará y no hará políticamente
  • Invite a la participación por varios medios, como la oración, grupos de estudio y grupos de participación activa en eventos

Recuerde, la abogacía no implica necesariamente protestar en las calles. También involucra es campañas de envío de cartas, foros educacionales y el apoyar a aquellos afectados por el problema.

6. Celebrar y reflexionar

Celebre el que su Iglesia se ponga en acción, sea organizando una reunión comunitaria o ayudando a que se apruebe una política local. Comparta historias durante el culto, destáquelas en los medios sociales y mencione la conexión que hay entre la abogacía y el discipulado.

Después tenga un tiempo de reflexión:

  • ¿Qué fue un éxito?
  • ¿Qué cosas podemos mejorar?
  • ¿Y ahora qué?

El ritmo de acción, celebración y reflexión mantiene su abogacía anclada a la misión y conectada con la identidad de la congregación.

Conclusión

La abogacía no nos distrae del evangelio, sino que una de las maneras de vivir el evangelio. Si usted comprende las directrices, basa su trabajo en la teología wesleyana y el usa los recursos que ya tiene, su iglesia será una voz fiel por la justicia en su comunidad si arriesgar su condición de organización sin fines de lucro.


Jeremy Steele es escritor, conspirador y empresario espiritual que se niega a renunciar al cristianismo. Dedica su tiempo a impulsar los sueños de la próxima generación y a ayudarla a descubrir caminos hacia la iluminación espiritual y la conexión con Dios. Vive en Arlington, Virginia, y es pastor asociado de la Iglesia Metodista Unida de Chesterbrook. Encuentre más información sobre él y su trabajo en Jeremy-Steele.com


* El IRS anunció en julio de 2025 que dejaría de investigar a iglesias u organizaciones religiosas sin fines de lucro que respaldan candidatos políticos. No está claro si este cambio de política será permanente, y el Congreso no ha aprobado nuevas leyes al respecto. En cualquier caso, los Principios Sociales Metodistas Unidos desalientan que las iglesias se afilien a partidos políticos o respalden a candidatos políticos. Para obtener más información, lea esta declaración de la Junta General de la Iglesia y Sociedad.

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